Amanecí pensando en escribir, lo extrañé tanto que ahora con ímpetu se apresuran las palabras, como agua a borbotones luchan por ver el sol, por ser lo que antes eran, antes de apagarlas por no tener inspiración.
Ahora están, con desorden, pero a menester de la esperanza,
-¿bailamos?. Dicen
- Sí, simplemente esperad que el maestro pula vuestra suela, entonces no sólo danzaréis, podréis volar.
Y por volar entendemos discurrir, penetrar ahondar en alma y entendimiento. Convertir y disipar, despertar sensaciones en el intelecto. Volad, bailad, y lo haremos a vuestro ritmo.
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